A sus 29 años, Divock Origi se encuentra en una etapa de su carrera muy diferente a aquella en la que se consagró en el fútbol europeo. El delantero belga, fichado por el AC Milan en el verano de 2022, está hoy completamente fuera de los planes del rossonero. A pesar de su contrato millonario, Origi se entrena con el filial, un destino inesperado para alguien que alguna vez fue protagonista de las competiciones más importantes del fútbol mundial.
El nombre de Origi se hizo conocido en todo el mundo durante su estancia en Liverpool. Aunque nunca fue titular indiscutible, se convirtió en un hombre de momentos decisivos y dejó una huella imborrable en la historia del club inglés. Los aficionados del Liverpool recuerdan con especial cariño los dos momentos en los que el belga fue fundamental y que le elevaron a la categoría de leyenda en Anfield.
Uno de esos momentos llegó en las semifinales de la UEFA Champions League de 2019, en el partido de vuelta contra el Barcelona. Con el Liverpool en desventaja tras perder 3-0 en la ida y sin dos de sus principales estrellas, Roberto Firmino y Mohamed Salah, por lesión, Jürgen Klopp confió en Origi para liderar el ataque. El resultado fue espectacular: Origi anotó dos goles en una histórica victoria por 4-0 que permitió al Liverpool remontar el play-off y avanzar a la final. Esa noche es recordada como una de las mayores hazañas de los Rojos y convirtió a Origi en un héroe de los fanáticos.
El segundo momento inolvidable llegó en la final de la Liga de Campeones del mismo año. El Liverpool se enfrentó al Tottenham Hotspur y Origi volvió a demostrar su valía al marcar el segundo gol del partido para sellar el 2-0 final y asegurar el sexto título europeo del club. Aunque no era un titular habitual, su capacidad para aparecer en los eventos más importantes lo convirtió en una pieza valiosa en el esquema de Klopp y su nombre quedó grabado en la leyenda del club.
Sin embargo, no fue fácil para Origi después de esta gloriosa etapa en el Liverpool. En el verano de 2022 decidió iniciar una nueva etapa de su carrera y se trasladó a Italia, al AC Milan. Fichado como agente libre, se esperaba que aportara su experiencia y goles al equipo de Milán. Sin embargo, el tiempo pasó y su impacto en el equipo fue prácticamente inexistente. De hecho, su último partido oficial fue en junio de 2023, y desde entonces su situación no ha dejado de empeorar.
La temporada 2022-2023 fue especialmente complicada para Origi. El Milan lo cedió al Nottingham Forest, donde disputó 20 partidos. Pero su desempeño fue muy pobre: no logró marcar un solo gol en la Premier League y solo registró una asistencia. Esta mala actuación acabó por sellar su suerte y el Milan decidió no tenerle más en el primer equipo.
Zlatan Ibrahimovic confirmó lo que ya era un secreto a voces en sus declaraciones durante la pretemporada: «Origi no forma parte del proyecto del primer equipo», afirmó el exdelantero sueco. Junto a Origi también fue apartado Fodé Ballo-Touré, otro jugador que no encajaba en los planes del Milan. Ambos jugadores, aunque todavía tienen contrato, han sido reasignados al filial, una clara señal de que el club no cuenta con ellos para el futuro.
Pese a esta situación, Origi sigue percibiendo el salario pactado en su contrato, que ronda los 4 millones de euros al año. Sin embargo, su participación en el equipo principal es nula. Ballo-Touré al menos tuvo la oportunidad de jugar algunos partidos con el filial, pero Origi ni siquiera llegó a ese punto. Además, decidió entrenar solo y se desmarcó por completo del entorno del club.
Según informan medios italianos como «La Gazzetta», Origi ha sido visto en varias ciudades italianas entrenando de forma independiente con un preparador físico personal. Esta situación, aunque inusual, fue tolerada por el Milan, permitiendo al delantero continuar su formación alejado del equipo. Origi no tiene posibilidades de jugar con el Milán ni en la Serie A ni en la Liga de Campeones, y su futuro parece cada vez más incierto.
Uno de los factores que explican por qué Origi permanece en Italia a pesar de estar separado del equipo está relacionado con cuestiones fiscales y contractuales. El jugador ha optado por mantener su residencia en el país, lo que le permite cumplir con ciertos requisitos económicos sin dejar de cobrar su sueldo. Sin embargo, su ausencia sobre el terreno de juego y su falta de participación en competiciones oficiales dejaron claro que su paso por Milán prácticamente había terminado.
El caso Divock Origi es un recordatorio de lo impredecible que puede ser la carrera de un futbolista. De ser un héroe en las grandes noches europeas con el Liverpool pasó a vivir una situación de ostracismo en Milán, sin sitio en el equipo y sin perspectivas de futuro claras. Cuesta imaginar que hace apenas unos años el belga fuera considerado uno de los jugadores más importantes en momentos clave y ahora se encuentre entrenando solo, lejos de los grandes escenarios donde alguna vez brilló.
El futuro de Origi es incierto. A pesar de su situación actual, todavía tiene edad para revertir el rumbo de su carrera y encontrar un nuevo equipo donde recuperar su nivel. Sin embargo, el tiempo se acaba y cada vez le parece más complicado alcanzar el nivel que le vio saltar a la fama con el Liverpool. Mientras tanto, su vida en Italia sigue marcada por el aislamiento, tanto deportivo como personal, en un momento en el que su carrera parece más cerca del declive que del resurgimiento.
Origi, un delantero que alguna vez fue sinónimo de goles decisivos y noches memorables, hoy representa un ejemplo de cómo el fútbol puede ser igualmente volátil e impredecible. Queda por ver si podrá encontrar una salida a su situación actual o si su carrera continuará por este camino de incertidumbre y distanciamiento de la élite del fútbol europeo.
